Cómo redactar proyectos para la cooperación internacional I

27/03/2014

por Sumá Fraternidad

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Categoría: Búsqueda de Fondos

Sugerencias y pasos a seguir para redactar proyectos sociales y culturales efectivos 

Proponemos un conjunto de consejos e indicaciones que serán  de utilidad para superar los desafíos que una ONG debe enfrentar al momento de empezar a elaborar sus proyectos.

Comenzamos hoy la publicación de un total de 3 entradas en nuestro blog en las cuales abordaremos los siguientes temas:

  • Elementos a tener en cuenta antes de empezar la redacción del proyecto
  • Elaboración de la propuesta: el marco lógico
  • Proceder a la redacción del proyecto
  • ¿Cuáles impresiones no tenemos que suscitar en un revisor?

Pueden ver el archivo completo en PDF aquí.

¿Qué elementos hay que tomar en cuenta antes de empezar la redacción del proyecto en sí?

A continuación presentamos un listado de puntos a considerar.

  1. Realizar un trabajo constante de análisis y diagnóstico de la misma organización y del entorno en el cual se mueve, detectando fortalezas y debilidades internas, oportunidades y amenazas externas, según el conocido esquema FODA. Sin este trabajo previo, que debería ser constante, será muy difícil construir en pocas semanas una propuesta sólida y creíble, aún más si la organización no dispone de una estructura muy compleja y tiene poca familiaridad con un trabajo basado en proyectos. No existen atajos para esta etapa: pero, en la medida que se le dedique tiempo, facilitará enormemente la redacción de proyectos.
  2. Poner los destinatarios de las acciones impulsadas por nuestra organización en el centro de la elaboración del proyecto. Una acción puede ser muy bien planteada y necesaria, pero si sus destinatarios no se sienten parte de ella, ya desde su diseño, probablemente no será tan exitosa, ni sustentable en el tiempo. Por el contrario, si logramos que los destinatarios se identifiquen con la misión institucional y se apropien de ella, podrán brindar a la organización aquella respuesta que hace la diferencia a la hora de demonstrar que no estamos presentando una simple propuesta de escritorio.
  3. Identificar oportunidades de financiación apropiadas al tamaño, la figura jurídica y la misión de nuestra organización, y que puedan ser identificadas con razonable antelación. Desafortunadamente, a veces las organizaciones se enteran tarde de una convocatoria, por lo tanto carecen del tiempo necesario para que sus propuestas posean las necesarias profundidad o fundamentación; o aplican sin tener siquiera la certeza de que su organización es considerada elegible por el financiador. También puede pasar que, en la necesidad de encontrar financiaciones, se presenten proyectos no del todo coherentes con la misión de nuestra organización: tampoco es el camino correcto. Son temas que ya planteamos en una entrada anterior en el blog.
  4. Desarrollar una colaboración real y efectiva con otras entidades. La unión hace la fuerza, y compartir experiencias es clave para aprender y lanzarse hacia nuevos desafíos. Incluso, se pueden generar alianzas entre organizaciones a fin de elaborar proyectos que sería imposible articular sólo desde una organización. Los financiadores lo saben y es por eso que algunos de ellos prefieren los proyectos que son presentados por una alianza de organizaciones. En este caso el peligro es que se conformen alianzas ad-hoc de manera muy apurada, simplemente para presentar el proyecto, con escaso conocimiento mutuo y sin que se haya realizado una definición o una negociación simétrica acerca de las tareas asignadas a cada actor involucrado. La conformación de una alianza para un proyecto es en cambio un proceso muy delicado, que no se puede improvisar, y necesita al menos de algunos meses para consolidarse, preferiblemente en el desarrollo de actividades más puntuales y de alcance más reducido. También de estos temas hablamos en una entrada anterior.
  5. Estar dispuestos al aprendizaje. Redactar un proyecto requiere ciertos conocimientos técnicos y familiaridad con determinados conceptos y herramientas: aunque no sea necesario llegar a dominarlos completamente como podría hacer un experto, es muy importante para un directivo de una organización de la sociedad civil conocerlos y saber aplicarlos. Por lo tanto, hay que entrar en contacto con la literatura especializada, aunque sea leyendo 1 o 2 libros sobre el tema. Aún mejor sería cursar alguna instancia de formación acerca de cómo formular proyectos de manera efectiva, por ejemplo los cursos propuestos por la Fundación Claritas.
  6. Crecer de a poco y pacientemente. Para tener una razonable certeza de que los fondos asignados sean ben utilizados, los financiadores de proyectos sociales necesitan medir la capacidad de gestión de los solicitantes. Por lo tanto, si el presupuesto anual de una organización es de 10, difícilmente se le financiará un proyecto por 15, porque es probable que exceda sus reales posibilidades de trabajo. Asimismo, los financiadores evalúan si los solicitantes poseen suficiente experiencia en la gestión de proyectos, suficiente conocimiento de la problemática social que abarcan y una razonable estabilidad financiera en solventar sus gastos fijos, independientemente de los proyectos que actores externos puedan financiar.
  7. Saber rendir cuentas. Ejecutar un proyecto requiere en su etapa final la necesidad de demostrar la calidad del trabajo realizado, tanto en términos de uso correcto de los fondos asignados como en la consecución de objetivos concretos y medibles. Es muy común, y en cierta medida hasta deseable que los profesionales y los directivos de una organización posean una formación humanista, llegando por lo tanto a especializarse en desarrollar vínculos y empatía con los grupos vulnerables destinatarios de los proyectos. Entonces, puede ser posible que necesiten apoyo técnico de expertos en otras disciplinas más “duras”, especialmente en las áreas contable y/o financiera, en la medida que un proyecto requiera una elevada cantidad de dinero para su realización. Una organización que no disponga de recursos humanos capacitados para estas tareas, y bien insertados en su organigrama, puede llegar a tener problemas muy serios al momento de informar sus donantes. Pueden hacer clic aquí si quieren saber algo más acerca del accountability de una organización de la sociedad civil.
  8. Tener todos los papeles de la organización al día. No es algo obvio, porque no son tan infrecuentes las carreras contrarreloj para certificar un balance o actualizar un libro de actas que siguen a las correspondientes solicitudes de los financiadores. Y para acceder a un fondo, es necesario que nuestras organizaciones demuestren cumplir con los requisitos legales que definen su elegibilidad.

A primera vista, puede parecer un trabajo previo enorme y muy arduo. Sin embargo, se trata sólo de una adecuada inversión de tiempo y energía, capaz de preparar y facilitar enormemente las etapas siguientes

En las próximas entradas trataremos los siguientes temas:

  • Elaboración de la propuesta: el marco lógico
  • Proceder a la redacción del proyecto
  • ¿Cuáles impresiones no tenemos que suscitar en un revisor?

Pueden ver el archivo completo en PDF aquí.