¿Cómo saber si lo que hacemos producirá  el resultado que esperamos? ¿Si algo no salió bien podemos saber en qué y en dónde nos equivocamos? ¿Cómo hacemos para saber si tenemos los recursos necesarios? ¿Qué tendríamos que haber hecho para prevenir esta dificultad? ¿Cómo no nos dimos cuenta antes? ¿Cómo llegamos a esta situación? ¿Cómo hacemos para saber si estamos llegando a dónde queremos ir?

Una buena planificación estratégica debería ser la respuesta a todas estas preguntas. Por eso es tan importante planificar, sin duda en nuestra organización habremos escuchado «Antes de actuar hay que  pensar» , ya nadie discute esta frase, todo el tiempo los seres humanos antes cada acción hacemos un conjunto de reflexiones, diseños, especulaciones, desde donde estoy con cuanto tiempo de anticipación tengo que salir para llegar a tiempo al trabajo, cuanto tiempo necesito para desayunar para salir en hora, o que desayunar para tener las energías necesarias para afrontar el día, si tengo lo necesario para poder consumir alimentos que tendía que comprar para el mes. Nuestra vida cotidiana está llena de este tipo de acciones. Es probable que alguna vez en nuestra organización hallamos pronunciado esta frase: «si lo hubieramos pensado antes»

Mejor aún Antes de actuar hay que pensar y durante hay que registrarlo la idea de planificación inmediatamente nos lleva al concepto de un plan, un plan para la acción, por eso es tan importante pensar como registrar lo que pensamos. ¿por qué? Es la forma que tenemos para saber cuales han sido los pasos que hemos hecho y dónde pudimos haber equivocado nuestro cálculo.

No solo hay que pensar antes de actuar, registrarlo y además hacerlo con fundamento. La teoría (los porqué) y los métodos (los como) son los recursos a los que nuestra mente acude cada vez que reflexionamos. Para tomar decisiones todo el tiempo nos estamos refiriendo a lo que dice la teoría y los métodos para poder llegar a la acción.

Y si esto no fuera poco, No solo hay que pensar antes de actuar, registrarlo, hacerlo metódicamente con fundamento y además tener en cuenta el entramado las tensiones existentes alrededor de nuestra decisión. Aquí están los porqué de la palabra estratégica porque también a veces podemos tener el mejor plan, bien pensado,  pero el mismo tiene que estar teóricamente fundamentado y  aunque tenga el mejor método para su implementación la realidad muchas veces nos devuelve otra cosa,  por ejemplo: el ánimo del equipo no era el mejor en ese momento, o que nuestro plan entra en tensión con el plan de otros y todo resulta más complejo.

Esta entrada es la introducción a cuatro entradas en las que abordaremos estas cuatro características de la planificación estratégica, pensar para la acción, sistematización, fundamento – método y por último la correlación de fuerzas presentes en el campo de acción.

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