Análisis FODA/2: participación, antes que nada

18/12/2012

por Sumá Fraternidad

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Habíamos terminado la entrada anterior acerca de este tema destacando la necesidad de disponer de información confiable para alimentar nuestra planificación estratégica. En 3 entradas publicadas hoy se brindarán algunas ideas y sugerencias al respecto.


Tratándose de organizaciones de la sociedad civil, y no de una empresa, por ejemplo, el enfoque constructivistanos parece adecuado: en primer lugar, porque nos permite rellenar los famosos “cuadritos” del análisis FODA desde distintas perspectivas, es decir incluyendo más actores posible del universo organizacional, también los destinatarios de nuestras acciones; en segundo lugar porque este enfoque considera el conocimiento como un proceso, continuamente actualizable y no como algo que permanece en el tiempo.

En otras palabras, para una organización de la sociedad civil sería poco deseable elaborar una planificación que, sólo para hacer dos ejemplos, se fundamente más que nada en las percepciones de sus directivos, por más que parezcan razonables, o que no sea actualizada al menos una vez al año. Los directivos de una OSC pueden poseer un mayor conocimiento sobre cuestiones técnicas específicas, diseñar a grandes rasgos la visión y la misión institucionales, o tener la última palabra al momento de definir el volumen de actividades a ejecutar… pero, en la medida que logren basar su planificación estratégica sobre los deseos auténticos de los destinatarios de sus acciones, el trabajo de la organización sería mucho más efectivo.
Surgen, entonces, varias dificultades. ¿Cómo seleccionar adecuadamente los destinatarios de la planificación estratégica? ¿Es mejor apuntar a grupos numerosos o más bien es preferible que sean representativos? ¿Cómo suscitar la confianza de los destinatarios, para que se sientan libres de compartir con nosotros lo que realmente sienten y desean? En los párrafos siguientes, se tratará de abordar cada una de estas interrogantes, y varias más, dando una posible respuesta, aunque sea inicial, porque cada una es tan compleja que ameritaría un libro a parte

    ¿Cuál es el rol del directivo de una OSC en este proceso?
  • No ser tanto docentes sino facilitadores,
  • no ponentes sino oyentes de la realidad local, actuando como intermediario en el proceso de intercambio de saberes,
  • no instructores sino, junto con todos los demás actores involucrados, sujetos de aprendizaje.
  • Tienen que poseer una alta capacidad de generar consensos y elaborar códigos comunes.
  • Desde luego, van a abordar este proceso con hipótesis previas y con propuestas de acciones concretas; sin embargo sabrán cómo y hasta qué punto tenerlas en cunta o compartirlas con los demás actores a fin de evitar de inducir respuestas.
  • Generan las condiciones de diálogo que permiten la participación pro-activa de los demás actores, y no re-activa.


    ¿Es suficiente preguntar para favorecer la participación?
    Es un punto muy importante, porque es muy fácil caer en el error de pensar: yo le había hecho tal pregunta a fulano y la respuesta fue esa; ¿porqué, entonces, su actuación posterior no fue coherente? O puedo preguntarme: ¿cómo fulano pudo olvidarse de decirme tal cosa? Si razonamos de esta manera, nos estamos olvidando de que existen filtros que le impiden a la información fluir lisa y llanamente entre un sujeto y otro; son como diferencias que podemos llegar a tener con nuestro interlocutor, incluso cuando de ambos lados hay buena voluntad de comunicarse. Mencionamos algunas:

    • diferencias culturales a raíz de las cuales podemos dar significados distintos a las mismas palabras, o atribuir una relevancia diferente al mismo hecho;
    • diferencias de personalidad, debido a las cuales es muy fácil, por ejemplo, que una simple actitud asertiva de mi parte sea percibida como agresiva por el otro;
    • escasa “amistad” o ausencia de experiencias comunes entre interlocutores, que puede originarse por causas muy distintas, dando lugar a cierta desconfianza.

    Por lo expuesto, entonces, no es suficiente dirigir preguntas a los miembros de un universo organizacional para obtener información valiosa; también hay que generar las condiciones más adecuadas para que todos puedan entender la pregunta y responder sabiendo que su aporte va a ser entendido, valorado y tomado en cuenta, en un ambiente ameno y respetuoso. Es una “comodidad” hecha de comprensión y confianza mutuas, cuya construcción (porque también es un proceso) puede costar tiempo y energías: pero es valiosísima e imprescindible.


Entrada complementarias sobre el Análisis FODA: 134.

Fuentes: