“Creer en una causa no es suficiente” El valor que sostiene El cambio!

31/03/2014

por Sumá Fraternidad

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Categoría: Noticias

«Creer en una causa no es suficiente. Si queremos que prospere, habrá que acompañarla hasta sus últimas consecuencias» – Dra. Jaqueline Butcher García-Colín

Recientemente, leyendo el artículo de Mariana Lomé que postulaba:  «quienes están en el sector social son optimistas pero no ingenuos», reflexionamos sobre los desafíos, las cualidades e ingredientes necesarios para  trabajar al servicio de los demás. Es fundamental reconocer la importancia que tiene el compromiso y empeño cotidiano de quienes trabajan para mejorar la calidad de vida de demás. “Hechos y no palabras” podría ser la frase que refleja bien nuestro ideal de compromiso social.

La fraternidad es un don y al mismo tiempo el ingrediente que hace la diferencia en nuestro compromiso social. A un hermano jamás nos cansaríamos de sostener, de acompañar, para que tenga una vida digna y feliz. Por eso nuestro compromiso debe sostenerse en el tiempo, hasta alcanzar el fin que se persigue, se necesita renovarlo cotidianamente, no podemos bajar los brazos hasta que todos tengamos igualdad de oportunidades, para que vivamos la vida que merecemos.

A pesar de que en la calle, en el trabajo, en el aula se suele afirmar que vivimos en un mundo individualista; es también muy cierto que existen millones de personas,  cientos de miles de organizaciones que se dedican a mejorar la calidad de vida del mundo que los rodea.

Las motivaciones para sumarnos a una causa son infinitas, desde motivaciones por experiencias personales hasta la plena conciencia de  que vivir por los otros  es fuente de realización humana.  Estímulos no nos faltan, si exploramos tanto en el mundo real, como el “virtual” existen infinidad de organizaciones, de  iniciativas virtuales como por ejemplo: Un día para dar, Google Science Fari 2014, Playing for Change, Change Org, Desarrollando América, la lista no tiene fin.  Podemos afirmar que existe una gran corriente que promueve el valor de la solidaridad y del compromiso con el cambio social.

Pero en este mar de iniciativas hay algo que es necesario destacar, la constancia y la entrega en ese compromiso son indispensables. No es suficiente abrazar una causa, nuestro accionar debe ser sostenido y concreto. Es bueno resaltar y alentar el trabajo de quienes  en forma generosa y altruista cotidianamente luchan a favor de la justicia, la igualdad social, la libertad y el “buen vivir”, por medio de causas que abrazan con tesón y sudor. Todas estas luchas y causas afrontan muchos  desafíos, contratiempos y obstáculos que deben superar a reinventándose para  alcanzar la meta.  Es difícil poder medir el valor que tiene la constancia de estas personas, organizaciones que son fieles a sus ideales en su acción cotidiana, como afirma la Dra. Butcher, llevándolos hasta las últimas consecuencias.

Es fundamental reconocer en cada dificultad y adversidad la razón de ser y el porqué de nuestra causa y  al mismo tiempo recordar la importancia de que el compromiso sea regenerado por el amor fraterno. El peligro, la tentación es acostumbrarnos a tener nuestra causa, abrazarla sin dejarnos regenerar por ella. Se trata de una sutileza, pero es algo positivo preguntarnos si en cada tarea nos dejamos interpelar, es importante asegurarnos de estar en función del otro, en función de esa causa que abrazamos y no en función de nosotros abrazando una causa.

Es por eso que de la fraternidad no es cualquier ingrediente en una causa, es el parámetro principal para poder llevar adelante la acción más simple, como dar de comer al que tiene hambre, saciar al sediento, y la tan valiosa con la defensa de los derechos humanos. Debemos partir todos desde la misma base: reconocernos como hermanos, y por lo tanto recomponer cada fractura con paciencia y humildad. Las necesidades son muchas y muy variadas, pero en la respuesta a cada una hay un ingrediente común: La fraternidad, reconocer al otro como un hermano, otro igual a mí, merecedor de los mismos derechos  y oportunidades, por lo tanto el centro, el fundamento de cada acción, de cada gesto, de cada causa.