Escuela de Verano 2014

05/02/2014

por Sumá Fraternidad

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Categoría: Noticias

Fundamentos epistemológicos para una cultura de la fraternidad: Perspectivas socio económicas y culturales contemporáneas.

Del 6 al 14 de enero, en la  Mariápolis Lía, se llevó adelante la segunda edición de la Escuela de Verano, donde participaron 72 alumnos de 14 países diferentes (México, Cuba, Honduras, Salvador, Guatemala, Costa Rica, Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Chile, Argentina e Italia).

Este encuentro académico se convirtió en una experiencia de convivencia en búsqueda de la sabiduría.  Los temas abordados en esta edición se centraron en la perspectiva social y económica de la fraternidad. Profesores  de origen europeo del IUS – Instituto Universitario Sophia junto con profesores Latinoamericanos trabajaron temáticas como: reflexión, diálogo y análisis de textos a través de la exégesis del Nuevo Testamento; las relaciones en economía: el capital social y la confianza, gestión empresarial de comunión; persona y sociedad desde un análisis histórico y sociológico de la DSC (Doctrina Social de la Iglesia), el magisterio Latinoamericano, experiencias y recorridos de recomposición en un mundo fragmentado, la inequidad desde una perspectiva multicultural.

Durante los diez días cada eje temático abordó los distintos argumentos desde el punto de vista teórico y de su praxis,  invitando a los estudiantes a realizar un recorrido no solo intelectual sino vivencial de todos los tema.

 

Las virtudes académicas de la Escuela Sofía: Una novedosa forma de vivir la academia en clave de trasformación cultural

 

El Aula

Un aspecto fundamental de esta escuela es la concepción del aula, la cual no se circunscribe solamente al espacio físico que ocupan estudiantes y profesores durante la clase, sino que refiere a todos los espacios que se comparten, en los intervalos, durante las comidas, en las actividades de intercambio cultural después de cena, etc. Un ambiente en el cual cada integrante de la escuela ya sea alumno o profesor se compromete a:

a) escuchar y esforzarse profundamente por comprender la postura o teoría del otro y buscar resaltar lo positivo

b) expresar críticas o discrepancias como un aporte constructivo

c) opinar con la humildad del que sabe que siempre tiene algo que aprender

Todas estas son  actitudes que favorecen un clima para la construcción comunitaria y sapiencial del conocimiento.

 Comunidad de Aprendizaje

Una de las riquezas fundamentales de esta experiencia comunitaria es la construcción del saber, durante los diez días el profesor comparte lo que sabe tanto como lo hace el estudiante a través de la escucha y las preguntas durante la clase o durante los diferentes intervalos o espacios de intercambio. De esta forma el aprendizaje es recíproco,  ambos aprenden ya que muchas veces las preguntas de los estudiantes despiertan en el profesor nuevos intereses.

Cultura de la Fraternidad

El desafío cardinal  de esta comunidad es el aporte que la misma se quiere realizar para la construcción de una cultura de la fraternidad.  El horizonte principal de esta novedosa experiencia pedagógica es poder aportar este ingrediente en una sociedad tan fragmentada. Por lo tanto la transformación social forma parte del recorrido académico tanto de los estudiantes como de los profesores. Conjugar vida y teoría es la provocación que esta experiencia se propone sembrar en cada participante para que nazcan brotes de una nueva cultura que favorezca el desarrollo integral de la persona y de nuestras comunidades. Para lograr este propósito el reconocimiento de la diversidad como riqueza es vital, ya que nuestras sociedades tienen recorridos históricos diferentes y sin dudas no existe un modelo de desarrollo común a todas. Donar y recibir lo positivo de cada pueblo enriquece este proceso.

Un ingrediente fundamental: El arte

Un aporte esencial  para esta rica experiencia fue la presencia del arte, a través de una muestra de diversas obras plásticas y fotográficas  los diferentes países presentes pudieron exponer parte de la riqueza de sus pueblos. También la música se hizo presente en el concierto “Música de la Esperanza”, donde se realizó el estreno mundial de la Obra “Hablata Oblata” del compositor costarricense Mario Alfaro Fuel, interpretada y dirigida por el Maestro Edgar Ferrer y un estudiante de la escuela Pablo Bonacci. También se realizó una Fiesta Internacional dónde cada pueblo compartió lo mejor de su folklore a través de canciones y danzas típicas. Esta experiencia artística permitió reconocer el aporte que este tipo de espacios brinda y su importancia para alcanzar los objetivos de la Escuela de Verano. El reconocimiento y la unión de los pueblos latinoamericanos y del caribe se hizo visible a través de ella y surgió una diversidad maravillosa con raíces comunes de fraternidad.

Al terminar esta experiencia la alegría y felicidad de los participantes eran el  signo visible de que la escuela dejó su huella en cada uno. La sabiduría es un don maravilloso que se conquista con la entrega sincera, con el esfuerzo  y el compromiso de hacer de esta experiencia académica una experiencia de comunión. No estamos en grado de definir qué es y qué no es sabiduría, pero sí en grado de afirmar que en esos días en la Mariápolis Lía se sintió su perfume.

Celebramos y agradecemos desde nuestra tarea la oportunidad de poder hacer parte de experiencias como esta.